Ayer me preguntaban en una entrevista en el programa de radio Tastaolletes acerca de perder peso en verano he pensado que sería buena idea escribir clara y detalladamente qué podemos hacer en verano para adelgazar.
Es cierto que el verano es una época de descanso, de desconexión, al menos para gran parte de la población. Hace mucho calor y tenemos más pereza para cocinar, no tanta para salir a la terracita o ir a la heladería.
Además, el calor puede ser una traba para tener una vida más activa.
Paso 1. Tomar conciencia.
Sabemos que tomar conciencia y ser consciente de lo que nos ha llevado al estado actual o simplemente reconocer que no lo estamos haciendo tan bien es el primer paso que tenemos que dar si lo que queremos es hacer un cambio.
Paso 2. Tomar responsabilidad.
Muchas veces me he encontrado con personas que solo quieren perder peso y olvidan que ellos son los responsables de su situación y de sus acciones. Vuelcan la responsabilidad en la dieta y en otros y solo sienten culpa cuando se suben a la báscula o se quieren poner ropa que ya no le queda tan bien.
Paso 3. Tomar acción.
Tomar acción no significa ponerse directamente manos a la obra y elegir una dieta que tengamos en el cajón.
Se trata de valorar lo que quieres conseguir y cómo lo quieres conseguir. Si eso es realista o si es una utopía.
Tomar acción es valorar todos los pasos que has hecho anteriormente que te han venido bien, lo que has podido solventar,…
Tomar acción es buscar ayuda para un nuevo reset de ti misma. Por que al final esto trata de ello, de hacer un cambio. De convertirte en otra persona. Cada vez que hacemos cambios nos convertimos en un mejor yo (bueno, o eso es lo que se pretende con los cambios).
Paso 4. La dieta.
Aquí no te voy a decir qué dieta hacer. La verdad es que es algo complicado dar pautas a alguien que no conozco de nada, ni siquiera sé nada de sus hábitos, de su estilo de vida, y menos todavía de su estado de salud.
Así que a rasgos generales estos son los puntos más importantes (eso sí, es algo general, pensando que no existe ninguna enfermedad):
- Aprovechar lo que el verano nos da de manera natural: frutas y verduras frescas y de temporada. A menudo oigo en consulta que no les gusta a mis pacientes las frutas de invierno, pero luego llega verano y tampoco es que tomen mucha fruta. Es importante que nuestra alimentación se base en estos productos, ya sea en ensaladas, gazpachos, cremas frías, macedonias,…. Ten siempre preparado algo en la nevera, de esta manera te dará menos pereza prepararlo cuando te entre apetito y así también evitas ir a otro lado de la despensa (aunque si no tienes ese lado de la despensa mejor que mejor).
- Si quieres helados hazlos de frutas. Puedes utilizar todas las frutas del verano para hacer helados de diferentes sabores. Si buscas helados o paletas de frutas en google la respuesta va a ser potente y no sabrás por donde comenzar.
- Basa tu alimentación en alimentos fáciles de digerir como ensaladas, legumbres, pescados, si haces guisos que no sean muy cañeros en cuanto a digestión. El calor y las digestiones pesadas se traduce en malestar, somnolencia, problemas digestivos (bueno, esto no solo con el calor).
- Puedes utilizar como referencia el plato saludable de Harvard para ayudarte a preparar tus ensaladas o platos que contengan todos los nutrientes que necesitas.
Paso 5. Actívate.
Recuerdo un verano en el que no trabajé y me dediqué a estudiar. Iba a cursos por las mañanas y cuando acababa iba a la playa con mi marido. Siempre llevábamos ensaladas, fruta troceada y diferentes tipos de cocas saladas. Es verdad que nos basábamos en las ensaladas y las frutas. Las cocas saladas eran un extra, que comíamos un trocito.
Pues bien, comíamos en la playa embadurnados en crema solar y bajo la sombrilla para ir corriendo a bañarnos con el calor que hacía.
Siempre llevábamos pelota, palas,… cualquier cosa para jugar en la playa.
A parte de ponerme morena y recuperarme de vitamina D de trabajar durante 5 años metida en una oficina, conseguí desinflarme.
Al llegar a casa nuestras cenas eran sobretodo a base de gazpachos y pescados. Debo dejar claro que nuestro gazpacho no es como el que venden en el super. El que hacemos en casa es espeso y suele llevar trozos, vamos que tenemos que masticar. Masticando también nos saciamos más que bebiendo, así que un truco para las cremas o gazpachos es ponerles algunos trozos de vegetales en crudo y crujientes.
Y volviendo al paso de activación decir que no es obligatorio hacer un ejercicio que no te guste. Simplemente juega en la piscina, en la playa, en el parque, en el monte. Ríete. Disfruta del sol con precaución. No es cuestión de sufrir para comenzar.
Bonus.
Cambia la terraza por un tentempié saludable. Cambia el helado por uno hecho de frutas.
Deja el momento cervecita o helado para una ocasión especial. Aunque eso no significa que ahí te desbordes.
Si tienes dudas y necesitas ayuda para comenzar con una alimentación saludable preparándote para el embarazo y la lactancia, o simplemente quieres mejorarla, puedes contactar conmigo a través del formulario de contacto.
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