Dicen que hasta el 40 de mayo no te quites el sayo, pero el pasado domingo en Alicante estuvimos a una temperatura poco habitual en mayo y más del mes de agosto.
Hemos comenzado inaugurando el primer fin de semana sin restricciones por todo lo alto.
Playa, sol, arena, chiringuito (o bar) y, para rematar, heladería.
Sí, los que vivimos en la costa solemos hacer estas cosas nada más acercarse el verano. Y no te digo nada los que tienen segundas residencias que están con ganas de salir de la rutina que le da su ciudad.
Hoy quiero hacerte una reflexión sobre cuáles de estos hábitos pueden ayudarte y cuáles perjudicarte.
El verano en la playa.
Comenzar el fin de semana en la playa, siempre que no estemos tumbados al sol, puede ser muy positivo.
En mi casa siempre se ha dicho que el yodo del mar es maravilloso para la piel. Yo la verdad es que tengo la manía de dejarme la sal puesta durante horas.
Lo ideal es en la playa jugar, caminar por la arena, nadar, bucear,… tenemos unas cuantas actividades que no necesitan más allá de un bañador y un elemento que puede ser económico (como una pelota o unas gafas de buceo).
Recuerdo que durante el embarazo me llevaba una pelota para hacer ejercicios hipopresivos (no los de quedarse en apnea) en el agua y era maravilloso.
Tomar el sol también es importante. La vitamina D que puedas tener activa en tu organismo puede verse afectada si no sales del cubículo de trabajo. Eso sí, debemos tener cuidado con las horas centrales del día porque pueden producir otros problemas.
El verano en el bar.
Es verdad que si salimos fuera a comer podemos hacerlo de manera saludable. Pero ¿quién tiene un día libre y decide pedirse ensalada con una botella de agua? Hay que ser realista y personalmente veo poca gente haciéndolo. Yo tampoco lo hago.
Lo que sí es que debemos ser conscientes que ese momento es una comida especial, aunque no dejarnos llevar por la relajación y total inconsciencia. Dentro de la carta siempre hay opciones mejores y otras peores.
Te animo a que elijas las menos posibles de las peores y las más posibles de las mejores.
A la hora de beber todo el mundo sabe que lo mejor es beber agua. Sobretodo para hidratarse. Pero hay gente que no «sabe» ir a un bar o restaurante sin tomarse cerveza o tinto de verano. Yo aconsejo siempre tener agua en la mesa y evitar lo máximo posible el alcohol.
El alcohol deshidrata (si hidratara en la resaca no tendríamos la boca seca), así que es conveniente beber agua y más si hace calor o mucho frío.
En la heladería.
El otro día estuvimos en una heladería en el paseo marítimo, mi favorita. Pues bien, me quedé perpleja cuando vi que tenían un tipo de tarrina mini para peques que nunca antes había visto.
Me encantó ese formato. Ver a críos de 2 o 3 años con un helado más grande que ellos y que más del 90% irá al suelo me da siempre algo de respecto. Mi mente no puede llegar a pensar que de verdad un peque así pueda tomarse un helado de esas dimensiones.
La verdad es que tengo que decir es que siempre me pido el helado más pequeño y que muchas veces por no tirarlo me obligo a terminar el helado. Así que la próxima vez pediré mi helado favorito en una minitarrina para peques.
¿Tú cómo pasas el verano y los días libres?
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